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       Durante la adolescencia, los niños exploran su independencia y el desarrollo de un sentido de sí mismos.   Los que reciben el estímulo y refuerzo adecuados a través de la exploración personal saldrán de esta etapa con un fuerte sentido de sí mismos y una sensación de independencia y control. Los que continúan inseguros con sus creencias y deseos tienden a experimentar inseguridad y confusión acerca de su identidad y futuro (Erikson, 1968, 1974). Este es nuestro objetivo final, que los adolescentes salgan de esta etapa con seguridad y control de si mismos.

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       La adolescencia es una etapa con muchos cambios físicos y psicológicos, y  que los padres entiendan qué es normal y qué no en la adolescencia, ayudará a que sepan cuándo actuar y de qué manera.   

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       la adolescencia es una etapa sumamente convulsa en donde pueden aparecer un gran número de dificultades emocionales, psíquicas, cognitivas, sociales, sexuales sin que nos encontremos con una patología, pero cuando las señales son persistentes o aparecen en conjunto si  pueden estar mostrando una necesidad de ser ayudados a transitar la adolescencia de la mejor manera posible.

 

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 Indicadores que te pueden ayudar a tomar la decisión de llevar a tu hijo adolescente a un terapeuta:

No todos los adolescentes requieren ayuda en la resolución de sus conflictos, pero si que la etapa es sumamente sensible a la aparición de complicaciones que a veces pueden ser de gravedad.

  • No se relaciona con sus iguales. Ausencia de amigos o interés por realizar actividades fuera de casa suele ser una señal de dificultades.

  • Cuenta poquísimo sobre él. 

  • Sólo quiere estar con adultos.

  • No comer o comer con mucha ansiedad. Alteraciones de la alimentación como bulimia y anorexia pueden aparecer en esta etapa.

  • Cambio brusco en los resultados académicos.

  • Cambios bruscos en su personalidad como enfadarse con frecuencia cuando antes no lo hacía.

  • Preocupación obsesiva por algo concreto.

  • Alteraciones en el sueño.

  • Aislamiento excesivo.

  • La autoestima puede verse cuestionada en la adolescencia y provocar una gran necesidad de reafirmarse en la aceptación de los demás, en la aprobación o incluso en la admiración corriendo a veces riesgos excesivos. Pueden darse situaciones de abuso en el consumo, acoso silenciado, autolesiones, depresión y en los casos más graves suicidio.

  • Llantos frecuentes.

  • Dolores de barriga, cefaleas.... (síntomas psicosomáticos)

  • Las inhibiciones cognitivas, bajo rendimiento en los estudios pueden estar mostrando que algo no va bien

  • Accidentes frecuentes, consumo (repetido), altercados con la ley, conductas agresivas, maníacas, hiperactivas, pueden tomar una gravedad particular.

  • El despertar de la sexualidad, las nuevas sensaciones, las búsqueda de afectos puede generar gran incomodidad y temores. Es una etapa en donde termina de constituirse la identidad sexual y pueden aparecer inhibiciones, fobias, o por el contrario conductas promiscuas, descuidos de la intimidad y el cuerpo.

  • Actitudes fanáticas e intolerantes pueden estar mostrando una gran necesidad de contención, en donde las conductas agresivas, la humillación, o los ritos pueden ser extremos.

  • En la búsqueda de ser queridos y aceptados y la construcción de parejas sentimentales pueden aparecer conductas excesivas de control del partenaire, celos excesivos, dependencia, sumisión o el establecimiento de relaciones donde la humillación, la amenaza y el abuso en distintos grados esté presente; a veces también con altercados violentos y maltrato psíquico y/o físico.

  • Conductas adictivas en relación a las nuevas tecnologías.

  • Ciberbullying o acoso a través de las redes sociales pueden provocar efectos devastadores.

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